Una vez más, los mexicanos unidos.

Me tocó el terremoto del 85, yo era muy joven, acababa de cumplir 21 años y vi cosas terribles, muy duras, muy muy tristes. Apenas tenía año y medio en Aikido, pero si hubo algo que me impresionó y me marcó de por vida, que me hizo creer en nosotros cómo mexicanos, fue nuestra capacidad de unión y solidaridad, la oleada de gente trabajando mano a mano aún sin contar increíblemente con el apoyo inmediato del gobierno mexicano, y después, la resiliencia de la que fuimos capaces.

Ayer a 32 años exactos de ésta terrible tragedia, la naturaleza nos recuerda de nuevo lo ínfimos que realmente somos cómo seres humanos y lo importante que es la unión y la armonía.

El amor es lo que mueve al mundo, y el amor incondicional lo que realmente hace grande al ser humano. Una vez más nos toca vivir lo que es un terremoto, para mí sentir y estoy seguro que para muchos que lo vivimos, no en la escala de aquel entonces, pero sin duda alguna sumamente desbastador. No puedo imaginar de nuevo el dolor y angustia de tanta gente.

En mi andar en Aikido me han dicho muchos de mis alumnos y practicantes que han tomado clases conmigo tanto en prácticas normales cómo en seminarios, que lo que más les mueve de mi enseñanza, son las alusiones que suelo dar relacionadas con la vida misma. Las aplicaciones prácticas.

He tenido la oportunidad de impartir seminarios en distintos países, juntos con alumnos y maestros de esos países sin importar estilos de Aikido o afiliaciones, hemos ayudado a madres solteras, niños sin hogar, niños quemados, personas indigentes, niños con cáncer. Estimados alumnos, compañeros instructores, familiares y amigos, es momento de hacer Aikido de nuevo de otra manera.

En este año 2017 y en los próximos días, e incluso meses o tal vez años, hagamos lo que nos corresponde, Ahora nos toca voltear de nuevo a nosotros mismos, a nuestro propio país y luchar con ese corazón que ha demostrado varias veces tanta fuerza, tanto ki, Sigamos juntos y hagamos Aikido con nuestros hermanos, de nuevo mano con mano y pongamos todo para salir otra vez adelante.

La naturaleza nos pone de nuevo en esta situación y Aikido es entenderla y cumplir con sus designios.

"México lindo y querido", lucha como un guerrero azteca.

"Canta y no llores", levántate que la vida te espera.